Hoy, Johnny Walker es conocido por los fanáticos de las MMA por sus impresionantes victorias en UFC. Las tres primeras peleas no superaron ni los dos minutos del primer asalto. Sin embargo, este no fue siempre el caso. En 2016, tuvo la peor pelea de su vida.
En 2016, Walker tuvo una pesadilla contra Henrique Silva Lopes. Esta vez Johnny quedó tendido sobre la lona, no una, ni dos, ¡sino hasta cuatro veces! De los cuales, tres veces podrían fácilmente contarse como nocauts que cualquier árbitro de UFC reconocería de inmediato, deteniendo la pelea de inmediato. Sin embargo, el árbitro de la gala de aquella ocasión en Jungle Fight 88 mostró una tolerancia extraordinaria, lo que permitió una paliza adicional sin piedad y completamente innecesaria sobre Walker.