El peleador más joven en la historia UFC, Raúl Rosas Jr. hizo historia en UFC 282 luego de vencer al veterano peleador Jay Perrin, 11 años mayor que el de ascendencia mexicana. Fue el debut en el octágono del joven de 18 años, quien aún no termina la escuela y que todavía no tiene licencia de conducir.
Después de su triunfo en UFC 282, Rosas Jr. demostró que está listo para participar en las Grandes Ligas, aunque necesita una pequeña ayuda para seguir preparándose. En la entrevista post pelea, Raul Rosas le pidió al presidente de UFC, Dana White, que necesita el bono de 50 mil dólares, pero ya en la conferencia de prensa aclaró que el dinero lo necesita urgentemente, pues desea comprarle una minivan a su madre para que ella lo lleve a entrenar al Institute performance de UFC.
“¡Dana! 50 mil! Le pediría a Santa Claus, pero no sé si Santa Claus me lo puede dar ahora mismo«, gritó Raul Rosas jr. tras el combate ante las preguntas de Joe Rogan.
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Para la suerte de Raúl Rosas jr., el presidente de UFC, Dana White, andaba con el espíritu de navidad a flor de piel y decidió entregar múltiples bonos de 50 mil dólares, siendo el mexicoamericano uno de los favorecidos, por lo que su sueño de comprar un auto a su madre se podrá cumplir.
Raúl Rosas y su pena por dejar la escuela
“Este era mi último año en la escuela secundaria”, dijo Rosas Jr. durante el día de prensa de UFC 282. “Empecé a estudiar en casa para poder tener más sesiones de entrenamiento», reveló el joven peleador que debió dejar su vida normal para someterse a la de un deportista de alto rendimiento.
“Iba a la escuela pero ya estaba faltando muchos días porque estaba más tiempo entrenando. Sólo espero graduarme este año”, reveló Rosas jr..
Cuando todavía asistía a la escuela a tiempo completo y al mismo tiempo entrenaba para un futuro en el UFC, Rosas Jr. dijo que la parte más difícil fue perderse su almuerzo favorito cuando todos los niños de su clase corrían para conseguir un pedazo de pizza, pues ese tipo de comida estaba prohibida en su régimen.
“Tuve que dejar la escuela, pero desearía seguir en la escuela regular porque creo que es muy divertido pasar el rato con amigos cuando no estoy entrenando, me gusta estar sentado en el escritorio, hablando, comiendo y esas cosas. Ahora que lo pienso tuve que dejar todo eso que me gusta para convertirme en un luchador aún mejor de lo que soy hoy. No sabía que tenía que hacer ese sacrificio y al final del día, me di cuenta de que tenía que hacerlo y eso fue lo que hice”.